domingo, 13 de septiembre de 2009

HISTORIA Y FORMACION DE LOS BANCOS

HISTORIA Y FORMACION DE LOS BANCOS.
Por: Lic. Manuel Coronado, M.A, d.
Abogado- Contador Público.

OBJETIVOS:

1-Indicar donde, como y cuando surge el concepto de banco.
2- Explicar la evolución del concepto banco desde la antigüedad hasta la época actual.


CONTENIDO:


1. ¿Que es una Institución Bancaria?
2. Origen de la expresión Banco
3. Historia Y Formación de Los Bancos. ¿Como Nacen Los Bancos?
4. Primeras Manifestaciones Bancarias en la antigüedad.
5. El Negocio Bancario en Egipto
6. La Banca En La Edad Media.
7. Los Bancos En Europa
8. Los Bancos En La Sociedad Azteca
9. Los Bancos en el periodo Colonial.
10. Los Montes De Piedad.
10.1. Difusión de los montes de piedad en Italia
10.2. El mérito de los montes de piedad
11. La Banca En Los Estados Unidos De Norte América
12. La Banca en Latinoamérica
13. La Banca en Los Países en Vías de Desarrollo
14. Concepto Moderno de Banco.


1. ¿QUE ES UNA INSTITUCIÓN BANCARIA?

En una acepción básica, se puede decir que un BANCO es una institución financiera, la cual se dedica a realizar operaciones de negocios con el dinero suyo y con el dinero de sus ahorristas, para lo cual utiliza diversas modalidades legales.

Otra definición podría ser: Es el conjunto de entidades bancarias que se rigen por las mismas disposiciones legales, se encuentran autorizadas para realizar las mismas operaciones y están sujetas a la supervisión de una misma autoridad fiscalizadora.

También, es el conjunto de entidades o instituciones que, dentro de una economía determinada, prestan el servicio de banco.

Por demás, es el conjunto de instituciones que permiten el desarrollo de todas aquellas transacciones entre personas, empresas y organizaciones que impliquen el uso de dinero.
Una institución bancaria es la institución de créditos considerada como banca múltiple o de desarrollo que tiene como principal función prestar el servicio en banca y en crédito. Cuyas características básicas es la intermediación, con la cual desarrollan y captan por una parte recursos del publico, por otra parte los ponen a disposición de otras personas que lo requieran para beneficio de sus actividades productiva de distribución y consumo. (Raúl Escolástico A, Fuente oficial: Archivo de consulta, 2008).
Por nuestra parte, una institución bancaria es una empresa o establecimiento comercial de capital privado, público o mixto, cuyos servicios, son todos los relacionados con recibir depósitos de los clientes, otorgar préstamos personales y empresariales, en las modalidades permitidas por la ley. (Coronado, 2007).

2. ORIGEN DE LA EXPRESION BANCO

El termino Banco, fue acogido en la edad media, no obstante a el hombre venir realizando operaciones propias de los Bancos desde tiempos anteriores a la época cristiana. En tanto que según fuentes consultadas, la expresión banco manejada hoy día tiene su origen en los empréstitos públicos contraídos por las ciudades Italianas al comienzo del siglo XII.

En efecto, los empréstitos públicos fueron denominados Monti en Italia, donde comenzaron a designar el fondo común constituido por las contribuciones de varias personas con la expresión Bank, lo que para ellos era lo mismo que decir el vocablo Monte. Tiempo después el vocablo Bank fue convirtiéndose en el vocablo Banco y la acumulación de los empréstitos públicos fue llamada indiferentemente monte o Bank.

En consecuencia, fruto de las características mismas de las operaciones que realizan los Bancos, estos son empresas constituidas bajo la forma asociativa, cuya actividad se dirige a colectar capitales ociosos dándoles colocación útil, a facilitar las operaciones de pago y a negociar con valores. (Wendy Segarra, 2007).

1.3. HISTORIA Y FORMACIÓN DE LOS BANCOS.
¿COMO NACEN LOS BANCOS?
El nacimiento de los bancos es casi tan antiguo como la aparición de las organizaciones humanas, pues son muchas las personas que han necesitado de alguien que financie sus ideas y proyectos.
Abordando la parte mística de los pueblos antiguos, los templos de Babilonia, Egipto, China, India, Grecia, y Roma funcionaron al principio como caja de depósito. Pues aquellos hombres en su cultura mágico religioso entendían que estos lugares eran sagrados y quien osaba en tocar estos bienes de manera fraudulenta, entraba en pecado. Con el paso del tiempo estos lugres sagrados o templos, se convirtieron en lugares oficiales para la custodia de dinero, se cree que así se inicio el negocio del banco, pues estos empezaron a otorgar prestamos particulares a todo aquel que le significara alguna ganancia.
Nosotros, además entendemos que los bancos nacieron con la necesidad de realizar simples operaciones de cambio y crédito a niveles personales, pero con el paso del tiempo se fueron desarrollar funciones más y mas amplias, integrando a más personas, lo que condujo a estos grupos sociales a la creación de las primeras instituciones con carteristas de lo que hoy es denominado institución bancaria.
Muchos investigadores concluyen diciendo que la actividad bancaria en la época previa al capitalismo surgió de los pueblos donde circulaban innumeras clases de monedas.
1.4. PRIMERAS MANIFESTACIONES BANCARIAS EN LA ANTIGUEDAD


Mucho antes de la aparición de la moneda existían quienes, en forma rudimentaria, cumplían algunas funciones bancarias, basadas fundamentalmente en la aceptación en depósito de cosechas, mercancías, bienes preciosos, que daban lugar a anticipos y otras funciones. Entre los que se puede citar el caso del Templo Rojo de Uruk, en la Mesopotamia en tiempos tan lejanos como el 3,400 A C. Las casas de Igibi y la de Murashu, que existían en Sippar y Nippur en el siglo VI A C y que además de operaciones comerciales y de intervenir en la venta y arrendamiento de casas y tierras realizaban prestamos con interés y garantías reales.

La invención de la moneda inicialmente un trozo irregular de metal ocurrido al parecer a mediados del siglo VII A C y difundidas por los griegos, no solo aumentan enormemente en operaciones como las mencionadas, si no que aparecen otras nuevas, en especial en cambio de monedas. Los bancos públicos aparecidos en el siglo V A C y vinculados con los templos de Delfos, Samos y Efesos, tuvieron en este sentido un papel muy destacado, cumpliendo una intensa actividad como prestamistas o depositantes


1.4. EL NEGOCIO BANCARIO EN EGIPTO

La situación de la banca en Egipto esta totalmente relacionada con la circulación de las monedas, que es lo mismo que decir, dinero, así como la lenta y gradual expansión de su uso como medio de cambio; estas practicas están ilustradas por el desarrollo de la banca en dicho país. Pues los principales poseedores de monedas eran los reyes.
Sabemos poco de los negocios financieros de los Tolomeos, pero alusiones aisladas en los textos literarios muestran que en los primeros tiempos algunos miembros de la dinastía prestaban dinero, tanto en el país como fuera de él: tenemos noticias de un préstamo realizado por Soler, por el monto de cincuenta talentos, realizado a los sacerdotes de Menfis para realizar el entierro de Apis, también sabemos de la petición de préstamo que hiciera Cartago a Filadelfo de dos mil talentos.
En un hallazgo realizado, un papiro publicado hace poco, perteneciente a la correspondencia de Zenón (P. Cairo Zen), tal como lo interpreta U. Wilcken, hace proba¬ble que las transacciones extranjeras de moneda fuesen efec¬tuadas por el banco real de Alejandría, que puede haber sido al mismo tiempo el tesoro central de los reyes, aunque ha de distinguirse del Basilicon, que es el término general con que se designa la administración financiera del rey, incluyendo el tesoro.
Si admitimos la interpretación del documento sugerida por Wilcken, es probable que Apolonio el dioceta dirigiese este banco. El banco real tenía sucursales distribuidas por todo el país bajo la administración general del dioceta: oficinas en las capitales de los nomos y sub oficinas locales en los pueblos.
De la dirección de estos bancos tenemos una ligera idea por los escasos fragmentos de una ley especial que regulaba los negocios banca¬rios del país, que fue incorporada a las llamadas leyes de los Ingresos de Filadelfo (fragmento de la col. 73-78) y por varios documentos que ilustran la actividad de algunos banqueros loca¬les, especialmente Pithón, director del banco real de Crocodiló¬polis-Arsínoe, contemporáneo de Apolonio y Zenón, y Clitarcos, el banquero del topos Koites en tiempo de Evérgetes l. Los testimonios son escasos y difíciles de interpretar.
Los bancos, como tales, estaban estrechamente relacionados y tal vez iden¬tificados con las ramas locales del tesoro real al que iban todos los pagos debidos al rey: una mezcla curiosa de oficina del tesoro y de banco regular griego del tipo bien conocido para nosotros, por ejemplo, en Atenas en el siglo IV A C. La banca real de Egipto es un fenómeno interesante y único en la historia del mundo antiguo, fenómeno que ofrece otro ejemplo del dualismo en las estructuras sociales y económicas del país.
La banca tolemaica, en su orga¬nización, se remonta a las monarquías orientales, al mismo tiempo que va más allá que ellas, y en alguna de sus operaciones privadas muestra su dependencia del sistema bancario de' las poleis griegas a la vez que muchas mejoras sobre él.
No puedo entrar en pormenores, pero mencionaré que una de las novedades más notables, en comparación con la práctica de los bancos griegos, era el cambio completo del trato oral (parcialmente usado en las ciudades griegas) por el trato escrito de los negocios bancarios. Una contabilidad refinada, basada en una terminología profesional bien definida, reemplazó a la contabilidad más bien primitiva de la Atenas del siglo IV A C.
Los banqueros reales eran antes que nada administradores del dinero real, agentes del rey. Es probable que como los telonai o «suscriptores» en la recaudación de impuestos y en la adminis¬tración de «monopolios» fuesen concesionarios del Estado, de la que se trata en la sección de las leyes de Ingresos ya mencionadas. No podemos decir si, como tales, administraban el dinero real exclusivamente, o invertían su propio dinero o el de sus clientes en las operaciones bancarias (por ejemplo, en préstamos e hipotecas).
Tampoco hay testimonios bastantes para demostrar si junto a los bancos reales había bancos privados en Alejandría y en el resto de Egipto, es decir, si los negocios de banca estaban completamente monopolizados por el rey, o sólo lo estaban de un modo parcial. No hay razón para negar a priori la existencia de estos bancos privados. Las transacciones de dinero entre particulares -présta¬mos, hipotecas, etc.- eran corrientes en el Egipto tolemaico. ¿Por qué los capitalistas particulares no habían de organizar bancos regulares de estilo griego para realizar estas transacciones con licencia especial o bajo la inspección del Estado?
La existencia de una red de bancos y una información, tal como la que tenemos sobre sus transacciones, muestran una vez más la posición predominante del rey en la economía del país. La mayor parte del dinero le pertenece y sabe cómo emplearlo en su propio provecho. Pero el solo hecho de la existencia de los bancos da la certeza de que, a pesar de todas las restricciones, el empleo de la moneda como base de los negocios privados se desarrolló am¬pliamente bajo Filadelfo.
Había ahorros en el país que buscaban una inversión segura, y el espíritu de negocios estaba despierto. Es verdad que los negocios de banca se concentraban casi enteramen¬te en manos de los griegos: casi todos los banqueros eran griegos, y lo mismo los clientes. ¿Sucedía esto porque los indígenas eran de¬masiado pobres y demasiado poco familiarizados con el uso de la moneda, o porque preferían guardar sus ahorros en los templos, bajo la protección de sus dioses, como antiguamente?
Sin embargo, debe tenerse presente que además de los bancos había los almacenes reales, que formaban una red tan desarrollada como la de los bancos, o acaso más. Las operaciones de estos almacenes eran del mismo género que las de los bancos, o incluso más diversificadas, especialmente por lo que respecta a las transferencias de crédito. Esto demuestra que el trato en especie desempeñaba un papel importante tanto en los negocios del rey como en los de los particulares. Y así prosiguió hasta el final del período tolemaico. (Historia Social y Económica del Mundo Helenístico, (1941), versión española, traducción de Francisco José Presedo Velo, publicada por Espasa Calpe en 1967).

1.6. LOS BANCON EN LA EDAD MEDIA (siglo V al XV)

En esta época, los cambistas–banqueros, desarrollaban su oficio en los lugares donde la autoridad le otorgaba permiso, que por lo general era al aire libre, en los muelles o debajo de algún portal de la ciudad. Los bancos de la Edad Media consistían en tablón o banco, algo así como una mesa, en donde se sentaban los comerciantes a realizar sus transacciones de compra y cambio de monedas. Muchos son los que dicen que de ahí proviene el nombre, EL BANCO O LA BANCA., en la Edad Media.

También se dice que cuando los banqueros estafaban a sus clientes y estos podían demostrarlo y probarlo por ante los funcionarios que lo autorizaban a operar, la sanción podía ir, desde la devolución de los valores estafados hasta la prisión, y cuando el banquero reincidía en dicha mala practica, con frecuencia era castigado con una golpiza publica la cual terminaba con el rompimiento del banco donde este trabajaba, lo que dio origen al concepto de banca rota, el cual con el paso del tiempo se transformo, hasta llegar a tener la significación que hoy es manejada.
Es en este tiempo cuando nace la profesión de los orfebres o joyeros, es decir, los expertos en el examen de monedas, quienes se desempeñaban como especialistas en determinar el peso y la originalidad que decían tener las monedas.
Pues resulta que las monedas de oro y plata no son de fácil transporte, tanto por su peso, si la cantidad era grande, como por los peligros de robo que su poseedor podía sufrir, y entonces, tanto en posadas como en caminos, los orfebres ofrecieron un servicio que ha sido calificado como revolucionario para su época. Nos referimos al servicio de depositantes de monedas, una forma rudimentaria de lo hoy es conocido como un deposito bancario o una caja de seguridad, los cuales, naturalmente cobraban una suma determinada por prestar dicho servicio a los viajeros dueños de estas monedas.
Ya para esta época, el depositario recibía un certificado de depósito con el que en cualquier momento podía recuperar las monedas depositadas en la casa del orfebre, quien se encargaba de su almacenamiento y custodia.
Los certificados de depósito llegaron a utilizarse por sus poseedores como dinero ya que pronto se emitieron “al portador”. El sistema evitaba pagar deudas o adquirir mercancía “en metálico”. Al percatarse los orfebres de que los depósitos monetarios no eran exigidos todos al mismo tiempo y que esto se traducía en que una parte permanecía en su poder de un modo permanente, optaron por prestar dinero por medio de certificados de depósito, otra de las funciones que realizan los bancos de hoy.
Ángel B. Sanz, en su obra, Un banquero de finales del siglo XIX (Colección Gaceta Financiera, Madrid, 1954) se refiere a los argentarii, que en el siglo III A. C. realizaban en Roma funciones de banqueros, aunque originariamente eran solo cambistas de monedas, estos recibían depósitos, pagaban mediante orden escrita y prestaban con interés.
También suministraban dinero a sus clientes en Italia y cursaban órdenes a las provincias romanas. Algo interesante de estas actividades, es que todos estos servicios eran realizados, solo dentro del Imperio.
Museos de la vieja Europa, conservan monedas romanas que han sido encontradas en Escandinavia y Ceilán, lo que hace suponer que se pagaban las mercancías de aquellos países en efectivo. Afirma G. H. Stevenson en el capítulo II, dedicado a comunicaciones y comercio, de su obra The legacy of Rome lo siguiente: “En general, el comercio romano fue poco obstaculizado por dificultades monetarias”
En pocas palabras, según los europeos, de este modo nació la función bancaria que es manejada modernamente. Al mero depósito de dinero se unió la capacidad de crearlo. Los certificados de depósito al portador son el antecedente lejano de los modernos billetes de banco, siglos después emitidos con la garantía oficial de su convertibilidad en el banco central (emisor de billetes) de cada país. (Raúl Escolástico A, Fuente oficial: Archivo de consulta, 2008).
1.7. LOS BANCOS EN EUROPA

La historia narra que a partir del siglo IV A.C. en varias ciudades griegas se constituyeron bancos públicos, administrados por funcionarios destinados a esta labor. Estas instituciones, además de su rol propiamente bancario (ligado a operaciones de cambio y crédito), también recaudaban impuestos y acuñaban monedas.
Por su parte, el mundo romano, en sus primeros tiempos de pueblo de agricultores, recurre al "mutuum"; esto es, al crédito mutual. Más tarde, adoptan el modelo griego de bancos privados y públicos.
Ya en la época de Justiniano, emperador de Bizancio (Gobernó desde el 527 de la era cristiana, hasta su muerte en el 565. Durante su mandato se construyó el equivalente al Vaticano en la Iglesia Ortodoxa, la Catedral de Santa Sofía, una maravilla del arte. Tuvo enorme influencia en la redacción y recopilación de escritos jurídicos.), en el siglo VI, D C fueron reglamentados de manera precisa los usos y costumbres del mundo romano, en materia bancaria y se fija una tasa de interés en un 6% al año, con algunas excepciones, considerando el riesgo de las operaciones.
Tal era el caso de los préstamos marítimos, los cuales, alcanzaban hasta el 12% al año, mientras que los préstamos que recibían las iglesias no pedían superar el 3%.
La sociedad occidental de la edad media fue protagonista de grandes cambios a finales del siglo XI de nuestra era, cuando por la conquista de Inglaterra por los Normandos o Vikingos, se pone fin a las grandes invasiones y los cristianos terminan de imponer su presencia en el mediterráneo.
Donde su interés por las innovaciones y los intercambios los lleva a redescubrir la banca, después que Carlomagno (Carlos I el Grande, llamado Carlomagno, nacido el 2 de abril de 742 y murió el 28 de enero de 814), prohibió a los laicos prestar dinero cobrando interés. Situación esta que da fuerza y fundamento a la iglesia para que inicie su lucha contra la usura en Europa.
Luego, entre los siglos XII y XIV los bancos tuvieron su renacimiento, pues los hombres de negocios de Italia del norte desarrollaron notablemente las operaciones de cambio. No solamente fueron expertos manipuladores de piezas metálicas, sino también, mediante una letra de cambio, podían acreditar a una persona, en una fecha determinada, en moneda nacional o extranjera, ante un determinado corresponsal (especie de notario público que era testigo de la operación de negocios y podía dar fe de la realidad de la misma).
Los italianos eran tan organizados y visionarios en el comercio, que fue el nombrado Lucas paciolo (nació en Borgo di San Sepolcro, en la actual provincia italiana de Arezzo, falleció en año 1516.), quien desarrollo el sistema de contabilidad por partida doble que hoy se maneja en los sistemas manuales y electrónicos de muchas partes del mundo.
Así, muchos comerciantes recurrían a los bancos para tratar sus negocios con terceros. Éstos, por una comisión, los representaban o se comprometían por ellos, con lo que eran comerciantes y banqueros al mismo tiempo.
Por su parte, los banqueros italianos se instalaron en las ciudades que hoy corresponde a la zona central de Suiza y es desde allí que se extendieron hacia todas las grandes ciudades de Europa occidental, principalmente a Londres y París. Esto permitió, también el financiamiento de negocios diversos, pues estos banqueros prestaban a todos los particulares y hacían préstamos con garantía prendaría y prestaban a los funcionarios públicos., lo que les permitía ser beneficiario de algunas concesiones.
Para el siglo XVII en aquellas partes de Europa, cuya economía presentaba un mayor grado de evolución capitalista, el sistema de bancos públicos nacido en la Italia medieval fue compartido con la banca privada y gradualmente se dio la incorporación de los logros de la tradición bancaria italiana respondiendo al doble impulso del desarrollo de los negocios privados y de la demanda estatal de crédito.

El más activo de entre los bancos del norte de Europa durante este siglo fue el Banco de Ámsterdam (Wisselbank), fundado en 1609. En un principio, la banca europea respondía a los intereses comerciales, al constituirse como entidades de depósito y al llevar a cabo transferencias entre las cuentas abiertas por los comerciantes. Ello favorecía la fluidez de los negocios. Más tarde, los bancos fueron convirtiéndose también en entidades de crédito.

Por su parte, el Banco de Ámsterdam jugó también un activo y necesario papel al imponer orden en la diversidad de monedas que afluían al mercado holandés. El comercio de metales preciosos constituyó, en este sentido, una vertiente importante de su actividad. Sin embargo, al igual que ocurría en otros bancos, como el de Rótterdam o el de Hamburgo, el Banco de Ámsterdam no realizaba descuentos de letras de cambio ni emisión de billetes. Estas modernas funciones bancarias sí fueron en cambio asumidas por el Banco de Inglaterra, fundado en 1694.

La emisión de papel moneda, aunque con un valor casi anecdótico, ya había sido probada por el Banco de Estocolmo a mediados de siglo XVII. Pero el auténtico protagonismo del Banco de Inglaterra, como institución pionera en la emisión de billetes reembolsables a la vista por moneda metálica a solicitud del tenedor, está fuera de duda. La emisión de billetes que actuaban como pagarés al portador (running cash notes) estuvo ligada al crédito estatal, función a la que, a su vez, estuvo vinculado el propio nacimiento del Banco de Inglaterra.
1.8. LOS BANCOS EN LA SOCIEDAD AZTECA.

En la época previa a la conquista de América por los Europeos, entre los aztecas, existió un sistema financiero muy particular, el cual es conocido como el Trueque, como sabrán este consistía en un simple intercambio, donde el uno entregaba al otro la equivalencia que previamente se establecía, es decir, por ejemplo: Una piel de animal, por dos mazorcas de cacao, esta era una transacción equiparable a una operación de comercio de Europa.
Lo que evidencia que el pago en especie predominaba entre los mercaderes y artesanos en tanto que el pago en trabajo agrícola era fundamental para aquel que no poseía bienes materiales para intercambiar en trueque.
Esta operación estaba controlada por el gobierno, ya que éste controlaba los recursos fundamentales de la economía: tierra, trabajo, proceso productivo y redistribución de la riqueza; para ese tiempo las mercancías que se generalizaron como medio de intercambio eran: cacao, mantas llamadas quachtli o patolcuachtli, oro en polvo y plumas.

1.9. LOS BANCOS EN EL PERIODO COLONIAL

El periodo colonial se caracterizó por varias etapas, entre, las relacionadas con la banca, esta la ÉPOCA DE LA EUFORIA, la cual se caracteriza por el reparto del botín, del saqueo de América y la esclavitud de los indígenas y otra es LA EPOCA DE LA DEPRESIÓN en Europa, la cual fue de singular importancia, para las colonias, en vista de que en ésta etapa nacen la hacienda y el peonaje.
En este periodo se consolida la fuerza política y económica de las agrupaciones religiosas, comerciales y hacendarias. Nueva España deja de ser un monoexportador de oro y se orienta la producción al autoconsumo. La fuerza económica y política descansa fundamentalmente en la Iglesia, la que actúa como prestamista. También existía otra fuente de financiamiento informal, los comerciantes, pero estos no contaban con el respaldo de la corona, como era el caso de la iglesia.
Esta etapa fue fundamental para el sistema bancario-financiero, de la nación que mas tarde se llamaría MEXICO. Pues los Borbones fortalecen el control político y económico en la Nueva España. Y se aplica la Real Cédula y se expulsa a los Jesuitas de; se disponen administradores públicos supliendo a los privados o mas bien los comerciantes privados.
Ante esta inmensa transformación, el gobierno español se vió en la necesidad de crear instituciones de crédito para reemplazar el emporio que mantenía la iglesia. Así las cosas, el 2 de junio de 1774 a través de la Real Cédula, Pedro Romero de Terreros, FUNDA LA PRIMERA INSTITUCIÓN DE CRÉDITO PRENDARIO, en las tierras colonizadas, denominada el Monte de Piedad de Animas. Es así, que ocho (8) años mas tarde, en el 1782 se creó en México, el Banco Nacional de San Carlos, una sucursal del mismo banco en España, luego, en el 1784 se fundó en América el Banco de Avío de Minas.
1.10. LOS MONTES DE PIEDAD

Estas son instituciones financieras que nacieron entre los siglos XII y XIII en el norte y centro de Italia, pero es alrededor del siglo XV, que con la iniciativa de los franciscanos como una forma de combatir la usura se da carácter oficial a dichas entidades.
Para esta época, era usual que los prestamistas cobraran intereses altos por los créditos que otorgaban, los cuales circulaban por del orden del 20% al 200%; con lo cual el acceso al crédito estaba vedado o era muy difícil de obtener. Lo que quiere decir que las personas que contrajesen compromisos de pago con los prestamistas estaban merced de la usura, entre las principales victimas estaban los agricultores, artesanos, pequeños comerciantes y los pobres.
La palabra Monte, hacia referencia a una caja pública de una masa metálica de dinero. Las ciudades estados italianas habían instaurado Montes desde el siglo XII para afrontar necesidades financieras o de obras públicas. La denominación de Piedad (di Pietà) se agrega para diferenciarlas de otros tipos de Montes, ya que cumplían fines caritativos y benéficos.
Los Montes de Piedad atendían las demandas de las clases sociales más necesitadas de protección, a través de la concesión de préstamos gratuitos sin interés, garantizados con alhajas y ropas, e intentando con ello suavizar los abusos de la usura. Para conseguir su finalidad, el Monte de Piedad necesitaba recursos, que obtenía sobre todo de la captación de depósitos en metálico.
También obtenía fondos provenientes de limosnas, de ayudas de la Corona y de celebraciones religiosas. Con ello se formaba un fondo común.
No obstante, estos recursos pronto se manifestaron insuficientes y se hace necesario cobrar intereses, hecho que supuso críticas dentro de la Iglesia Católica. Estas críticas no serían atemperadas hasta que el Concilio de Letrán en 1515 se admitió la posibilidad de establecer un interés moderado para los préstamos prendarios. El Concilio de Trento (1545-1563) proclamó el carácter benéfico de los Montes de Piedad.
En el siglo XVIII, los Montes de Piedad están patrocinados por la iniciativa real, manteniéndose la inspiración benéfico-religiosa de su funcionamiento.

1.10.1. DIFUSIÓN DE LOS MONTES DE PIEDAD EN ITALIA

Los orígenes de los Montes de Piedad pueden dividirse en dos períodos: el primero comprende desde 1462, año de fundación del primer Monte en Perugia, hasta 1515, año en que el Concilio Lateranense V declaró lícito el préstamo con intereses; el segundo va desde 1515 hasta 1562 y corresponde a la fase en que los Montes se afirmaron y difundieron sin encontrar grandes obstáculos y comenzaron a introducir una práctica en cierto modo innovadora.

El primer período representa la fase de experimentación y rodaje de los Montes, que tuvieron que enfrentarse a duras críticas y obstáculos. Los Franciscanos que habían iniciado su difusión fueron prácticamente los únicos que se comprometieron, con distinta fortuna, en este frente. Estos años fueron protagonistas de la acción de los dos impulsores y defensores más destacados de los Montes: Fortunato Coppoli de Perugia y Bernardino de Feltre.

A partir de 1515, una vez legitimada la norma de exigir una compensación por las operaciones de préstamo, los Montes pudieron continuar su expansión sin mayores obstáculos. La institución, una vez superadas las dificultades, empezó a hacer propaganda de sí misma, por lo que la intervención de los Franciscanos se vio apoyada inicialmente por otras órdenes religiosas hasta que finalmente desapareció del todo para dejar su puesto a las autoridades públicas y laicas.

Sobre la distribución de los Montes, una primera observación nos revela que no se difundieron con la misma celeridad por todo el territorio, y que algunas regiones del sur de Italia se vieron privadas de estas instituciones durante varios siglos. Tal es el caso de Umbría, la cual debe considerarse sin duda alguna, la cuna de los Montes de Piedad: entre 1462 y 1562 surgieron al menos 21 (entre éstos el de Gubbio en 1463, Foligno en 1466, Terni en 1467, Spello, Asís y Cagli en 1468 y Spoleto en 1469). Las Marcas no se quedaron atrás, dado que en este mismo período surgieron 49 (entre los primeros figuran los de Monterubbiano, de 1465, Recanati, de 1468 y Jesi, de 1470). El alto número de Montes puede explicarse por el hecho de que en esta región, principalmente agrícola, ya existían numerosos prestamistas judíos y, por consiguiente, con la institución franciscana se pretendía sustituir el préstamo con altos tipos de interés por uno más accesible concedido por los Montes.

Por otra parte, esta gran difusión se debió a que casi todos los Montes de Las Marcas se fundaron con la obligación de prestar gratuitamente, lo que a su vez supuso la causa de la ruina de muchos de ellos.

Si tal y como propuso Carcano el Monte de Padua se hubiera creado en 1469, habría sido el primero de toda la República de Venecia que, junto Austria, las tierras lombardas sometidas al dominio veneciano y las del principado de Trento, contó con 47 Montes entre 1462 y 1562. Pese a ello, Venecia fue la única de las capitales de los Estados italianos que no tuvo un Monte de Piedad hasta 1806.

El gobierno veneciano consideraba que el crédito estaba bien gestionado por la numerosa comunidad judía, que había recibido oficialmente mediante acuerdos la autorización para desarrollar la actividad del crédito. Los dos intentos impulsados por laicos para crear un Monte en la ciudad de los canales fallaron debido a la hostilidad de las autoridades de la ciudad. Tuvieron mayor fortuna el resto de las ciudades vénetas, donde la fórmula de los Montes se difundió gradualmente (Trento 1473, Vicenza 1486, Verona, Treviso y Údine 1496, y Belluno 1501).

Después del Véneto, las regiones con mayor número de Montes en el período entre 1462-1562 fueron Lombardía y Emilia con 23 y Toscana con 25.

En Milán, contrariamente a lo sucedido en el resto de Italia, la creación del Monte provocó un auténtico conflicto entre la autoridad eclesiástica y la civil. Como venía siendo habitual, el Monte nació oficialmente con un decreto de LUDOVICO el Moro, el 9 de junio de 1497,No obstante, la iniciativa había sido de los Franciscanos, en particular de BERNARDINO DE FELTRE, BERNARDINO DE BUSTI y otros más.

Cuando el Monte comenzó a prosperar, la autoridad civil se opuso a cualquier intromisión de la Iglesia en la institución, declarándola domus mere laica et profana. Se cuenta que al cardenal Borromeo y a sus sucesores se les impidió poner los pies en el Monte, despreciando las normas canónicas que asignaban al obispo de la diócesis la supervisión y la tutela natural de estas Obras.


Este recuento de la existencia y la distribución territorial de los Montes revela claramente que el mayor número de institutos se concentraba en el norte de Italia, mientras que su presencia en el sur era bastante escasa, tanto que dos regiones, Calabria y Cerdeña, carecían de ellos. Este hecho induce a una reflexión más profunda. Entre 1462 y 1515, fecha de la Bula Inter multiplices, se fundaron 135 Montes, primero en Umbría y en Las Marcas y, posteriormente, en los decenios sucesivos, en el Valle Padano, con pocas excepciones como L'Aquila y Sulmona. Bien mirado, existe una clara relación entre el desarrollo de los municipios, la presencia de monasterios franciscanos y su predicación por una parte y la fundación de los Montes por otra.

Es más, existe una coincidencia casi perfecta entre las zonas con una tradición cívica arraigada y aquellas en las que se establecieron los Montes. En la base del desarrollo de estas áreas encontramos la revolución provocada por el crédito en las repúblicas, que inventaron un sistema nuevo y eficaz de intermediación entre quienes ahorraban y quienes invertían, pudiendo asociar de este modo el poder de acumulación del capital privado con el desarrollo económico de la ciudad.

Esto explicaría las dificultades de la zona sur del pais, ya sea, en términos generales, por lo que respecta a la falta de autonomía necesaria de los gobiernos locales y a la ausencia de una larga educación para afrontar colectivamente los problemas de convivencia y de desarrollo, como por la falta de una presencia significativa de los Montes de Piedad en esta parte de Italia. Los Montes no se difundieron en el sur con cierta regularidad por dos razones fundamentales: Por la generosidad de quienes desearon fundarlos y, por la gran pobreza de las gentes del lugar.

1.10.2. EL MÉRITO DE LOS MONTES DE PIEDAD


El ejercicio del crédito con prenda, ya sea gratuito o a cambio de una pequeña compensación, constituye la principal actividad y mérito de los Montes desde sus inicios. Mediante esta actividad lucharon contra la usura e influyeron en el progreso económico y civil de las comunidades de referencia, especialmente en el caso de los Montes que prestaban con intereses, cuya práctica contribuyó a que progresara un concepto de crédito moderno.

Sin embargo, cuando alcanzaron cierta prosperidad, es decir, a partir de principios del siglo XVI en adelante, los Montes lograron otros muchos méritos en lo que respecta a la solidaridad y la ayuda a los particulares o a las instituciones públicas.

De hecho, aunque ya existían obras de asistencia y caridad, creadas y gestionadas casi exclusivamente por eclesiásticos, órdenes religiosas, cofradías y corporaciones de artes y oficios, los Montes se unieron a todos ellos mediante su actividad, sin entrar en competencia con los mismos y siempre y cuando estas otras obras no fueran en detrimento de su actividad principal.

Los Montes intervinieron en momentos especialmente difíciles con subsidios o préstamos a los municipios, pese a que normalmente sus estatutos prohibieran prestar dinero a estas entidades.

Como sucedió en 1496, cuando la ciudad de Asís necesitaba dinero para financiar una guerra, por lo que se decidió empeñar los bienes muebles al Monte. En 1501, Astorgio III, señor de Faenza, recibió ayuda económica del Monte para hacer frente a las tropas de Valentino, que pretendía derrocarlo. En 1527, durante el asedio al que estuvo sometida la ciudad de Florencia, el Monte acudió en ayuda del municipio financiando parte de los gastos de la guerra. Y los ejemplos podrían continuar.

Otro sector en el que los Montes se distinguieron especialmente fue el de la sanidad, ayudando a las poblaciones castigadas por epidemias.

También se debe destacar la actividad de los Montes vénetos. Durante la peste de 1630, el Monte de Vicenza ayudó a la ciudad a hacer frente a numerosas necesidades. Una vez finalizado el contagio, el instituto decidió apartar una lira de cada préstamo recuperado y destinar la suma al final del año, que ascendía a unos mil ducados, a una oficina de sanidad para su uso en obras de asistencia.

Más tarde, esta medida se generalizó y se volvió obligatoria en todos los Montes del Véneto, puesto que el Gobierno de la República ordenó la creación en todos ellos de la denominada «caja del bagatín», un fondo en el que había que ingresar un bagattino (una moneda de ínfimo valor) por cada lira prestada y que debía emplearse exclusivamente en la salud pública.

El Monte de Padua subvencionó la construcción del lazareto de la ciudad y durante la peste de 1576 entregó 26.000 ducados y remuneró con doble paga a los cajeros que pusieron en peligro sus vidas en el ejercicio de sus funciones. Durante la famosa y cruenta peste de 1630 se prohibió a los pobres mendigar por temor a que difundiesen la enfermedad, por lo que el Monte estableció que el dinero reservado para pagar los sueldos de los empleados se utilizase en socorrer a domicilio a los pobres.

Como nota importante se debe mencionar que también que los Montes ayudaron a los estudiantes en las ciudades que eran sedes de universidades.

A partir de 1471 el Monte de Perugia estableció destinar mil florines para préstamos a estudiantes necesitados, con la condición de que se emplearan para sufragar los gastos de libros y ropas. En los Estatutos del Monte de Padua se contemplaba que al conceder los préstamos se diera preferencia a los estudiantes y a los soldados. El Monte de Busseto fijaba anualmente una suma para la biblioteca pública, el sueldo del bibliotecario y la ayuda a cuatro estudiantes pobres y meritorios.

Por igual sucedió que los Montes de Piedad, prestaron dinero para la construcción de edificios de utilidad pública: el Monte de Castel franco Veneto participó en los gastos de la espléndida catedral agotando todos los fondos no destinados al préstamo; 30 y el de Feltre ofreció una generosa suma para la reconstrucción de la catedral destruida durante la guerra de la Liga de Cambrai contra Venecia.

Ya en la época de Bernardino de Feltre, el Monte de Padua concedía préstamos como anticipo del trigo que los campesinos devolverían en la época de la siega, en naturaleza o al precio corriente, mientras que los usureros solían exigir por el mismo servicio la tercera parte o incluso la mitad de toda la cosecha.

No obstante, como ya se ha indicado, los Montes de Piedad sufrieron desde sus inicios duros ataques y fueron objeto de diferentes y violentas acusaciones; la más habitual sostenía que estaban viciados desde un principio y que eran igualmente usureros, pues prestaban dinero exigiendo un módico interés. Esta acusación procedía de los eclesiásticos, canonistas y predicadores, especialmente de las Órdenes de los Dominicos y los Agustinos.

En consecuencia, los Montes de Piedad hicieron posible que las clases más pobres, aunque en cierta manera integradas en el sistema social y productivo (es decir, no los mendigos o vagabundos), sobrevivieran como partes activas de la sociedad, permitiéndoles ser en la medida de sus posibilidades co-protagonistas del proceso que condujo a nuevos modelos de comportamiento y de gestión de los recursos que representaban un claro anticipo del mundo moderno.(PIGNUS, Revista Internacional de Crédito Prendario, 2003, NUM. 20 VOL. XIII).

1.11. LA BANCA EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMERICA

El sistema bancario de Estados Unidos difiere de forma radical de otros sistemas bancarios como pueda ser el francés, el inglés, el alemán o el español, que se caracterizan por la gran concentración del sector en manos de unos pocos grandes bancos. Antes existían restricciones geográficas a la expansión de los bancos, prohibiéndoseles traspasar las fronteras de su estado e incluso de un condado con el fin de proteger a los pequeños bancos de la competencia.
Debido a esta política, la red de bancos comerciales estadounidenses está integrada por más de 12.000 bancos. En los últimos años casi todos los estados, y el gobierno federal, han flexibilizado las normas reguladoras de los bancos, en especial en lo que respecta a las fusiones y adquisiciones. Muchos bancos han crecido comprando otros bancos de su propio estado y, también, de otros estados. Los grandes bancos mueven la mayor parte del negocio. Menos del 5% de los bancos de Estados Unidos acumulan más del 40% de los depósitos; el 85% de los bancos poseen menos de la quinta parte de todos los depósitos.
El sistema de la Reserva Federal, que se compone de 12 bancos y 25 distritos, es el banco central, banquero del gobierno y vigilante del sector bancario nacional. El sistema bancario estadounidense se caracteriza por la existencia de numerosas instituciones de ahorro que pretenden suplir la histórica negligencia de los bancos estadounidenses hacia las necesidades de los clientes no industriales.
1.12. LA BANCA EN LATINOAMÉRICA
Cada uno de los países latinoamericanos posee su propio banco central, pero lo más relevante en cuanto al sistema bancario de Latinoamérica son los bancos supranacionales que los distintos países han creado con el fin de ayudarse entre sí para defenderse de la gran banca internacional.
Así, destacan el Banco Centroamericano de Integración Económica (creado en 1961 con sede en Tegucigalpa, Honduras, y que integra a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, países constituyentes del Mercado Común Centroamericano; concede créditos a largo plazo con bajos tipos de interés para financiar proyectos que favorezcan la integración económica de los países miembros) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), creado en 1957 por Estados Unidos y la mayoría de los países latinoamericanos, con sede en Washington. De este banco surgió el Instituto para la Integración de América Latina, así como la Corporación Interamericana de Inversiones.
1.13. LA BANCA EN LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO.

El sistema económico nacional de cada país en vías de desarrollo determina la naturaleza de su sistema bancario. En los países capitalistas prevalece un sistema bancario privado; en los países socialistas (por ejemplo, Egipto o Sudán) se han nacionalizado todos los bancos. Otros países han tomado como modelo el sistema europeo; por ejemplo, en Republica Dominicana, Perú, o Kenya por mencionar algunos ejemplos, coexisten bancos públicos y privados.
En muchos países, el sistema bancario sigue el modelo creado durante la época colonial, con bancos propiedad de los países colonizadores como en Zambia o Camerún, en los que esta estructura se mantuvo a pesar de la descolonización. En otros, como en Nigeria o Arabia Saudita, la aparición del nacionalismo llevó a que se obligara por ley a que los bancos pasaran a ser propiedad de la población local.
Los bancos de los países en vías de desarrollo son muy parecidos a los de los países industrializados. Los bancos comerciales aceptan y transfieren depósitos y conceden préstamos, sobre todo a corto plazo. Otros intermediarios financieros, por lo general bancos públicos para el desarrollo económico, conceden préstamos a largo plazo; se suele utilizar a los bancos para financiar los gastos públicos. El sistema bancario también puede desempeñar un importante papel para financiar las exportaciones.
Para el siglo XIX, los bancos conocen una época de crecimiento y estabilidad, marcada por el desarrollo de los institutos de emisión, la multiplicación de las casas de "alta banca", que actúan como consejeros, corredores o mandatarios en grandes operaciones financieras; la creación de los grandes bancos comerciales, cuyo capital estaba altamente distribuido en el público, y el nacimiento de las instituciones para-bancarias, destinadas a responder a las necesidades específicas de la clientela.
1.14. CONCEPTO MODERNO DE BANCO
Modernamente, definir lo que es una institución bancaria, implica necesariamente, abarcar la diversidad de servicios que estos ofrecen, SIENDO ASÍ, HOY, UN BANCO es una institución que permite el desarrollo de todas aquellas transacciones entre personas, empresas y organizaciones que impliquen el uso de dinero.
Y como asta actividad no pertenece a una sola empresa, sino que es parte de un sistema denominado, sistema bancario, en el cual se distingue la banca pública y banca privada, que a su vez, puede ser comercial, industrial o de negocios y mixta.
La banca privada comercial se ocupa sobre todo de facilitar créditos a individuos e instituciones. La industrial o de negocios invierte sus activos en empresas industriales, y si es posible adquiriéndolas o dirigiéndolas. La banca privada mixta combina ambos tipos de actividades.
Para el siglo XIX eran muy comunes los bancos industriales, a propósito del despegue de las industrias, aunque éstos han ido perdiendo fuerza a lo largo del siglo XX en favor de la banca mixta. En tanto que dentro de la banca pública se debe destacar, el banco emisor o banco central, quien posee el monopolio de emisión de dinero, función esta que es privativa del Estado.




ACTIVIDAD RECOMENDADA:

1. Construir tres definiciones que respondan al concepto de institución bancaria.
2. ¿Donde surge la expresión Banco?
3. narre como nacieron los bancos.
4. Explique cuales fueron las primeras manifestaciones bancarias en la época antigua.
5. Quienes dirigían las instituciones bancarias en Egipto?
6. cual era el carácter de los bancos en el antiguo Egipto?
7. Para esa época, en Egipto se cobraba alguna tasa de interés por las operaciones de banco?
8. Cuales eran las características de la banca en la edad media?
9. Cuales ciudades de Europa se destacaron por en las actividades bancarias?
10. Explicar la manera en que llegaron las instituciones bancarias al continente Americano.
11. En que siglo llegan los bancos al continente americano?
12. A la llegada de los colonizadores Europeos al nuevo mundo, los Aztecas manejaban el concepto banco?
13. Desde su punto de vista, fueron los Europeos quienes introdujeron la cultura bancaria en las naciones colonizadas por ellos?
14. Como podría usted definir el concepto de Montes de Piedad?
15. A partir de que siglo nacen las montes de piedad?
16. A partir de que siglo, es que toman auge sostenible los Montes de Piedad?
17. En sus inicios, por quienes eran dirigidos los Montes de Piedad?
18. Establecer la diferencia existente entre la banca en los Estados Unidos y la banca en los países colonizados por los Europeos?
19. Escriba dos definiciones del concepto moderno de banco?
20. Establezca la diferencia entre el concepto de banco en la antigüedad y el concepto de banco en la actualidad.

1 comentario:

Laura Ortiz dijo...

Excelente el trabajo!